La verdad es que no sé cómo seleccionarían los hombres de Cromagnon a sus funcionarios, pero seguramente a base de maza conseguirían convencer a alguno para, por ejemplo, que hiciese de albañil que acondicionase la caverna.
Los romanos entre sus funcionarios tenían esclavos griegos como maestros, recitadores o músicos. Pero los funcionarios más importantes eran los recaudadores de impuestos, que, es de suponer, tendrían que demostrar que sabían sumar, aparte de portar una buena cachiporra.
Pasemos por alto a los funcionarios durante el feudalismo, que entre el rey y los señores de los castillos tendrían con el alma en vilo a sus desgraciados súbditos. Pasemos por alto también a los funcionarios de los tiempos de los Reyes Católicos, de los Austrias, etc… en cuyo nombramiento influía poderosamente el dedo.
Y llegamos al siglo pasado, en el que los funcionarios se nombraban también digitalmente, sin más requisitos que las influencias o recomendaciones políticas que tuvieran, lo cual era comodísimo para quienes las tuviesen.
La cosa tenía un inconveniente gordo, y es que debido a la alternancia de partidos en tiempos de Cánovas y Sagasta, era alcanzar unos el poder y quedar cesantes todos los recomendados del partido contrario, y viceversa. Por eso se inventaron las oposiciones.
Como es lógico, este invento tiene también sus ventajas y sus inconvenientes: ventajas, que así se reduce lo más posible el enchufismo; e inconvenientes, que con el esfuerzo del dichoso invento, muchos se quedan lelos del todo para siempre.
El invento consiste en ponerse a empollar una serie de años sobre un montón de libros, cual gallina clueca; pedir alguna recomendación para no perder la costumbre, tener suerte en las bolas que salgan, y soltar al tribunal todo lo empollado. Actualmente hay oposiciones para todo: policías, profesores, bomberos, administrativos, comadronas, barrenderos, limpiadoras, enterradores, etc…
Pues bien, si el sistema de selección actual menos malo son las oposiciones, y hay oposiciones para todo, ¿por qué los Padres de la Patria, que son los Diputados y los Senadores, no dan ejemplo siendo seleccionados ante un tribunal por oposición antes de presentarse a las elecciones? ¿Por qué a quien quiera hacer estudios universitarios se le exige la Selectividad y a los futuros Padres de la Patria no se les hace ningún examen?
Con vistas a las próximas elecciones, convendría ir pensando en los programas para oposiciones a Diputados, para que los interesados tuviesen tiempo de refrescar la memoria e ir preparándolas convenientemente.
Dejo a la imaginación el contenido de tales programas, pero no estarían mal unas nociones de economía y ahorro, gramática española, Historia Universal y de España, con sus múltiples guerras civiles, inglés, diplomacia, urbanidad, corrección en el vestir, puntualidad, y soltura en el manejo de la llavecita de votar... ¡Ah, y sentido del humor, por supuesto!
Los romanos entre sus funcionarios tenían esclavos griegos como maestros, recitadores o músicos. Pero los funcionarios más importantes eran los recaudadores de impuestos, que, es de suponer, tendrían que demostrar que sabían sumar, aparte de portar una buena cachiporra.
Pasemos por alto a los funcionarios durante el feudalismo, que entre el rey y los señores de los castillos tendrían con el alma en vilo a sus desgraciados súbditos. Pasemos por alto también a los funcionarios de los tiempos de los Reyes Católicos, de los Austrias, etc… en cuyo nombramiento influía poderosamente el dedo.
Y llegamos al siglo pasado, en el que los funcionarios se nombraban también digitalmente, sin más requisitos que las influencias o recomendaciones políticas que tuvieran, lo cual era comodísimo para quienes las tuviesen.
La cosa tenía un inconveniente gordo, y es que debido a la alternancia de partidos en tiempos de Cánovas y Sagasta, era alcanzar unos el poder y quedar cesantes todos los recomendados del partido contrario, y viceversa. Por eso se inventaron las oposiciones.
Como es lógico, este invento tiene también sus ventajas y sus inconvenientes: ventajas, que así se reduce lo más posible el enchufismo; e inconvenientes, que con el esfuerzo del dichoso invento, muchos se quedan lelos del todo para siempre.
El invento consiste en ponerse a empollar una serie de años sobre un montón de libros, cual gallina clueca; pedir alguna recomendación para no perder la costumbre, tener suerte en las bolas que salgan, y soltar al tribunal todo lo empollado. Actualmente hay oposiciones para todo: policías, profesores, bomberos, administrativos, comadronas, barrenderos, limpiadoras, enterradores, etc…
Pues bien, si el sistema de selección actual menos malo son las oposiciones, y hay oposiciones para todo, ¿por qué los Padres de la Patria, que son los Diputados y los Senadores, no dan ejemplo siendo seleccionados ante un tribunal por oposición antes de presentarse a las elecciones? ¿Por qué a quien quiera hacer estudios universitarios se le exige la Selectividad y a los futuros Padres de la Patria no se les hace ningún examen?
Con vistas a las próximas elecciones, convendría ir pensando en los programas para oposiciones a Diputados, para que los interesados tuviesen tiempo de refrescar la memoria e ir preparándolas convenientemente.
Dejo a la imaginación el contenido de tales programas, pero no estarían mal unas nociones de economía y ahorro, gramática española, Historia Universal y de España, con sus múltiples guerras civiles, inglés, diplomacia, urbanidad, corrección en el vestir, puntualidad, y soltura en el manejo de la llavecita de votar... ¡Ah, y sentido del humor, por supuesto!
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