30 noviembre 2006

LA PUBLICIDAD PARA NIÑOS (VI)

Trabajo sobre la Publicidad (Periodismo, Universidad Francisco de Vitoria, 2.000)
Como primera medida, tras once años de dedicarse a la investigación privada, Mortadelo y Filemón ingresaron en la TIA (Técnicos de Investigación Aeroterráquea), esa organización, parodia apolítica de la CIA, que los convirtió de golpe y porrazo (nunca mejor empleada la expresión) en agentes secretos sumergiéndolos en un mundo de intriga que hasta entonces no habían conocido. Y, naturalmente, si habían ejercido el detectivismo por su cuenta, con el espionaje no podía ocurrir otro tanto; por eso, desde el primer momento estuvieron sujetos a la autoridad de un furibundo superintendente, el “Super”, que les impartía órdenes y les encomendaba misiones secretas. En la TIA conocieron también a otros personajes, al sin igual profesor Bacterio, a algunos compañeros de espionaje y a muchos enemigos, y así a su alrededor se fue construyendo un universo nuevo y sorprendente, un ambiente en el que Mortadelo y Filemón, que conservaron en todo momento su inocencia y su neurosis, se movieron con la desenvoltura del proverbial hipopótamo.
Su primera misión en la TIA consistió en rescatar el sulfato atómico de las garras de los agentes enemigos que lo habían sustraído, y me resolvió en una ininterrumpida sucesión de delirantes gags. Los dos agentes secretos cometieron en aquella ocasión tal cantidad de disparates que desde entonces nadie osó discutirles la primacía del humor absurdo y paranoico en el difícil entramado del comic español. Sus locuras y su paranoia se han mantenido hasta nuestros días en el mundo del espionaje produciendo la hilaridad del público más reticente. Para alcanzar este punto, Mortadelo y Filemón necesitaron un firme soporte, y lo hallaron incondicionalmente en su padre espiritual Francisco Ibáñez. Ibáñez practicaba ahora con mucha mayor libertad que en el período anterior ese humor ametralladora que dispara gas sin descanso, que no concede al lector un momento de respiro. Para ello tuvo a su alcance medios que hasta entonces no había podido utilizar, porque la segunda etapa de Mortadelo y Filemón comenzó precisamente cuando éstos, sin abandonar su cobijo habitual en “Pulgarcito”, se aposentaron también en la nueva revista “Gran Pulgarcito”, que admitía la publicación de aventuras serializadas. De este modo, los dos detectives, protagonistas de sencillas y breves historietas, asumieron el papel de héroes de largas aventuras con todo lo que ello significa. Las posibilidades de Ibáñez se reflejaron así no sólo en los hilarantes guiones sino también en el perfeccionamiento del dibujo, que se hizo al principio mucho más cuidado, presentando detalladísimos escenarios que enriquecían las hazañas de los dos agentes de la TIA.

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MOVIDA COMIQUERA EN HUELVA

Con el traspaso de mi bitácora a Blogger Beta vuelvo a poder colgar imágenes, así que aprovecho y antes de seguir con "La Publicidad Para Niños" doy cuenta de los últimos eventos en lo que a movida comiquera onubense se refiere.
Enmarcado dentro del Mes Joven celebrado por el Ayuntamiento de Huelva, del 9 al 11 de Octubre impartí un Taller de Cómic en la Gota de Leche. Con un grupo de quince alumnos charlamos en torno a temas como la historia del cómic desde sus inicios o la composición a la hora de realizar una historia. Por supuesto, los animé a participar en el próximo número de muCHOCOmi.
El jueves día 9 de Noviembre en la Zona Joven de la Sede Provincial de Huelva del Instituto Andaluz de la Juventud se presentó la exposición “JÓVENES DE PAPEL”. Se trata de veinticuatro dibujantes de cómic de variados estilos, casi todos ellos integrantes de la Asociación Cultural Seis Viñetas, editora del fanzine onubense muCHOCOmi que ha sido premiado en el Salón Internacional del Cómic de Madrid. Son los siguientes: CARLOS GARCÍA ("CONVIVENCIA"), NICOLÁS ("EL CASTILLO DEL PEPINILLO"), ALGAR ("JÓVENES DE PAPEL"), ANTONIO GONZÁLEZ ("SUEÑOS"), ANTONIO HITOS ("FETO"), EMILIO MORALES ("JÓVENES Y EL CÓMIC"), GARRIDO BARROSO ("JOHNNY AVENGER"), CIRO MACÍAS ("DONDE HAY UN TEBEO…"), REBOTE ("TEBEOLUCIÓN"), ANTONIO MONTERO ("ILUSTRACIÓN"), BARTO F. GARCÍA ("MIRADA"), DANIEL ROSELL ("JOVENCITO"), MONSALVETT ("CIENCIAS NATURALES"), GALLEGO UVERO ("CIUDAD DE LUCES"), LOMBILLA ("TIRO AL JOVEN"), MIGUEL ÁNGEL MARTÍN ("HUNTING LODGE"), FRANCIS POYATO ("FANÁTICOS DEL MUCHOCOMI"), ISAAC DELGADO ("THE GOLDEN AGE"), IVÁN DELGADO ("VIEJAS GLORIAS"), JUAN MARQ ("VERSIÓN DE LAURA LEYENDO"), GERARDO MACÍAS ("YELLOW KID"), MARCO MACÍAS ("HEBE"), LORENZO ("EL DISEÑADOR") y GREGORI MARTÍN ("ALFRED B'OTON II").
La revista muCHOCOmi, que sirve de escaparate a dibujantes, guionistas y teóricos del cómic de la provincia de Huelva, cuenta en el nº 15 que está a punto de salir con la colaboración de Joan Mundet, dibujante con una gran trayectoria a sus espaldas que está de plena actualidad por ser quien ilustra las aventuras del Capitán Alatriste.
A continuación, una de exposiciones: por un lado, el 30 de Noviembre se inaugura en el Centro Cívico "Convento" de Trigueros una exposición de óleos de Juan Marq; por otro lado, el pintor Juanma Vidal, antiguo compañero de fatigas en la revista Camaleón Comics, me invita el viernes 1 de Diciembre en la Casa Colón de Huelva a la exposición de la octogenaria artista japonesa Yoneko Muraji, que nos demuestra con el gran nivel de su obra por qué en Japón la edad y la experiencia siguen siendo un grado, a diferencia de otros países.

Para terminar, una de blogs: Rebote y Nicolás presentan la obra del segundo en su blog www.gordadelasgalaxias.blogspot.com; Kike Correa, www.kingkike.blogspot.com; y Rubén Castilla, www.madeinhuelva.blogspot.com.

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13 noviembre 2006

LA PUBLICIDAD PARA NIÑOS (V)

Trabajo sobre la Publicidad (Periodismo, Universidad Francisco de Vitoria, 2.000)
Como detectives privados, la actuación de la pareja era desastrosa: acababa siempre frustrada por las monumentales meteduras de pata de Mortadelo quien, como buen subordinado, declinaba toda responsabilidad hacia su jefe. Y, naturalmente, al final de cada historieta se imponía, como marca de la casa, el consabido garrotazo o la desenfrenada huida para evitar las iras de los airados perseguidores.
Es curioso en este punto que, en sus primeras historietas, Mortadelo y Filemón corrían a par ante los defraudados clientes, pero pronto pudo verse a Mortadelo, concienciado ya de su condición jerárquicamente inferior, corriendo en solitario ante el garrote de Filemón, quien a su vez era perseguido por los perjudicados de turno. Este detalle, nimio en apariencia, significa ya, respecto a lo que era habitual en “Pulgarcito”, una innovación indicadora del enfrentamiento desusado de los dos protagonistas, concordes en principio, consecuente a su incompetencia profesional.
Pero sin duda la más notable novedad, la que cimentó la popularidad y la supremacía estelar de Mortadelo, fue su facilidad para disfrazarse. En cada ocasión, descubriendo su calva reluciente, extraía del anticuado bombín los disfraces más impensados y a la vez los más oportunos para disimularse. Podía en unos segundos transformarse en cosas tan dispares como sereno, buitre, semáforo, bebé, libélula, cubo de basura, hombre rana, apisonadora o mozo de cuerda. Una cualidad que fue diluyéndose con el tiempo hasta quedar convertida en una anécdota esporádica.
Entonces, en sus primeros años, los disfraces de Mortadelo, su despiste soberano y la suprema idiotez con que encaraba las más delicadas situaciones, constituyeron indudablemente los ingredientes más destacados y más apreciados de su comicidad delirante y absurda, multiplicada por la inusitada sucesión de gags a un ritmo trepidante.
Y al fin este estilo de humor logró imponerse. Era precisamente la renovación que convenía a “Pulgarcito. En 1969, justamente en la época en la que el comic iba intelectualizándose en Europa, Mortadelo y Filemón experimentaron un giro trascendental en su ya larga carrera historietística. Cambiaron de profesión, cambiaron ligeramente dc aspecto y cambiaron de ambiente, pero no cambiaron de filosofía. Durante once años consecutivos, desde 1958, habían ido fraguando una personalidad física y anímica, abriéndose camino y labrándose un porvenir ante un público cada vez más numeroso, entusiasmado por la vida absurda y disparatada de la pareja. Mortadelo había ganado ya a su jefe la batalla de la popularidad. Sus dotes de transformista y su cretinismo supino pero simpático le habían asegurado un lugar privilegiado en el ánimo de los lectores. El mantenimiento de la fama y el estrellato, sin embargo, fue duro y precisó de una periódica renovación para atemperarse a la evolución de los gustos sociales. Mortadelo y Filemón supieron evolucionar paulatinamente, pero su renovación total no llegó hasta 1969 cuando ya coronaban su escalada hacia el éxito, y fue este último empujón el que les catapultó a la conquista del mundo.

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