Artículo por Gerardo Macías Prieto, publicado originalmente en la revista muCHOCOmi nº 13 (2001). La ilustración es la última conocida de Rafael Gordillo, y salío como calendario de bolsillo de 2002 en la misma revista.
Cuando me enteré por la Comicguía de Tadeo Juan del fallecimiento de Rafael Gordillo, transformé en homenaje la entrevista que le estaba preparando. Gordillo era amigo de Asociación Cultural Seis Viñetas, especialmente de nuestro compañero “Rebote”, así que no podía dejar pasar la ocasión. En esta semblanza biográfica he refundido textos de Diego Cara, Luis Conde, Jesús Cuadrado, Iván Tubau y Manuel Darias, que se nos adelantó con la entrevista y con el Premio Diario de Avisos.
En lo que no se adelantó nadie fue en acoger todos los años en nuestro stand de Expocómic al entrañable anciano que mostraba a la entrada sus tebeos de Zongo y Pepote para acceder al recinto. Daba gusto verlo rodeado de jóvenes lectores que no sabían quién era, pero no se perdían aquellas sesiones de dedicatorias.
En Hobbyland 2000 ya tenía problemas de salud, así que lo acompañó su hijo Rafael Gordillo Chalons, también dibujante y coimpulsor de la Semana de la Historieta de Madrid celebrada en Puerta de Toledo. Sirvan como homenaje póstumo estas palabras y el calendario de bolsillo que Asociación Cultural Seis Viñetas realizó en 2.002 con su último dibujo conocido.
Autor con visiones muy radicales del encuadre y la angulación, era un auténtico puntal de la Escuela Madrileña de Historieta, nacido en Ciempozuelos (Madrid, 1921). Según confesó en entrevista con Manuel E. Darias en la veterana página sobre Historieta del Diario de Avisos, no recibió más formación artística que “la asignatura en Bachillerato con diversos catedráticos”.
Los comienzos de su trayectoria profesional fueron en 1944, en el estudio de Adolfo López Rubio, como continuador de la serie Ginesito junto a diversos compañeros que llegaron a ser conocidísimos: José y Carlos Laffond, Víctor de la Fuente, Blanco White, y otros que acabaron por emigrar a USA, París… o se dedicaron a la pintura, como Perellón, Ibarra o el propio Gordillo.
Coimpulsor de un semanario llamado Pepote (Rollán, 1953, su historieta principal era la del personaje de Gordillo que le daba nombre). La característica principal del personaje es que pretende jugar, en 1953, con cierto humor picarón a base de señoras feas y gordas, chicas suculentas, tribulaciones conyugales y galanes callejeros.
Creador de la saga de Taruguito -una obra plena de ritmo abierto e impronta- en el Chicos de 1948, luego continuada en Minicar (1966) como La selva se civiliza, y en Trinca (1972) como Zongo.
Creador, en 1949 en el mismo Chicos, de la mascota del chocolate Kitín de Nogueroles, en su versión de historietas comerciales y publicitarias… algo realmente inédito e insólito en el tebeo hispano.
Además de las citadas participó en diversos títulos de Rollán, en Balalín, Trampolín, Tarot…
La obra de Rafael Gordillo no tuvo fortuna, se publicó a destiempo o en revistas equivocadas. Su sentido del humor y la carga de profundidad que latía en sus historietas era demasiado para las revistas donde aparecieron. Reducir a Gordillo a publicaciones supuestamente infantiles o juveniles es tratar injustamente unas páginas que son pura sociología divertida de la sociedad madrileña de la época. Su capacidad crítica no desmerece de las páginas homólogas que publica La Codorniz, DDT, Don José… Si hubiera tenido la ocasión de ser publicado allí, Gordillo sería todavía hoy recordado como el cronista de la boba burguesía madrileña de los cincuenta.
En lo que no se adelantó nadie fue en acoger todos los años en nuestro stand de Expocómic al entrañable anciano que mostraba a la entrada sus tebeos de Zongo y Pepote para acceder al recinto. Daba gusto verlo rodeado de jóvenes lectores que no sabían quién era, pero no se perdían aquellas sesiones de dedicatorias.
En Hobbyland 2000 ya tenía problemas de salud, así que lo acompañó su hijo Rafael Gordillo Chalons, también dibujante y coimpulsor de la Semana de la Historieta de Madrid celebrada en Puerta de Toledo. Sirvan como homenaje póstumo estas palabras y el calendario de bolsillo que Asociación Cultural Seis Viñetas realizó en 2.002 con su último dibujo conocido.
Autor con visiones muy radicales del encuadre y la angulación, era un auténtico puntal de la Escuela Madrileña de Historieta, nacido en Ciempozuelos (Madrid, 1921). Según confesó en entrevista con Manuel E. Darias en la veterana página sobre Historieta del Diario de Avisos, no recibió más formación artística que “la asignatura en Bachillerato con diversos catedráticos”.
Los comienzos de su trayectoria profesional fueron en 1944, en el estudio de Adolfo López Rubio, como continuador de la serie Ginesito junto a diversos compañeros que llegaron a ser conocidísimos: José y Carlos Laffond, Víctor de la Fuente, Blanco White, y otros que acabaron por emigrar a USA, París… o se dedicaron a la pintura, como Perellón, Ibarra o el propio Gordillo.
Coimpulsor de un semanario llamado Pepote (Rollán, 1953, su historieta principal era la del personaje de Gordillo que le daba nombre). La característica principal del personaje es que pretende jugar, en 1953, con cierto humor picarón a base de señoras feas y gordas, chicas suculentas, tribulaciones conyugales y galanes callejeros.
Creador de la saga de Taruguito -una obra plena de ritmo abierto e impronta- en el Chicos de 1948, luego continuada en Minicar (1966) como La selva se civiliza, y en Trinca (1972) como Zongo.
Creador, en 1949 en el mismo Chicos, de la mascota del chocolate Kitín de Nogueroles, en su versión de historietas comerciales y publicitarias… algo realmente inédito e insólito en el tebeo hispano.
Además de las citadas participó en diversos títulos de Rollán, en Balalín, Trampolín, Tarot…
La obra de Rafael Gordillo no tuvo fortuna, se publicó a destiempo o en revistas equivocadas. Su sentido del humor y la carga de profundidad que latía en sus historietas era demasiado para las revistas donde aparecieron. Reducir a Gordillo a publicaciones supuestamente infantiles o juveniles es tratar injustamente unas páginas que son pura sociología divertida de la sociedad madrileña de la época. Su capacidad crítica no desmerece de las páginas homólogas que publica La Codorniz, DDT, Don José… Si hubiera tenido la ocasión de ser publicado allí, Gordillo sería todavía hoy recordado como el cronista de la boba burguesía madrileña de los cincuenta.
1 comentario:
Hola: Soy hijo de Darío Gordillo. Mi hermano y yo queremos hacer un blog más o menos biográfico sobre él.
Podeis ver la declaración de intenciones en http://pepoteporgordillo.blogspot.com
Ahora estamos recopilando y ordenando los materiales que queremos publicar. Me gustaría contar con tu colaboración y de todos los que siguieron su obra.
Puedes enviar un email a rafaelgordillo2@gmail.com para seguir en contacto.
Gracias.
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